El libro Coyán, una crónica del roble nativo comienza así: “Internarse en el bosque. Elegir una especie para pensar en ella, reunir lo que se sabe; un árbol, un liquen o arbusto, un hongo del subsuelo, un alga de los ríos, una hierba de las piedras o de los cerros que se expanden más allá de la mirada”. Esto puede leerse como unas instrucciones para un investigador, una guía para un explorador o simplemente una orientación para un observador cualquiera que disfrute pasar las tardes internándose en un bosque en busca de algo.
En el fin del mundo
Pero lo único que quedaba por hacer era humedecer las dependencias y la casa aledaña, pues el viento estaba soplando a latigazos y aquellas llamas parecían ávidas de prenderse a otra cosa.
Peces geológicos
Una razón poderosa nos impide reparar en los cambios sucesivos que han diversificado los animales conocidos y que los han conducido al estado en el que los observamos y es que nunca somos testigos de esos cambios.
Jean-Baptiste Lamarck
Mitos en el cielo
En memoria de este cambio de forma o metamorfosis suya, Zeus puso en el cielo una constelación que se llama Tauro
Cosmotheoros
Convendremos, por lo tanto, en que tienen manos o, en su defecto, algún miembro similar que sirva a tal fin.
Christiaan Huygens
Un verdor terrible
Grothendieck no podía dejar de cuestionar su efecto sobre el mundo. ¿Qué nuevos horrores nacerían de una comprensión total como la que él buscaba? ¿Qué haría el hombre si fuera capaz de tocar el corazón del corazón?
Un cielo pluscuamperfecto
En los cielos perfectos, los cuerpos se desplazaban con movimientos circulares uniformes.
Dava Sobel
La Expedición Botánica contada a los niños
Para que un personaje de la historia y de la ciencia como José Celestino Mutis sea nuestro amigo necesitamos descubrir el secreto que lo empujó como un motor a fin de realizar su obra. Cuando lo hayamos atrapado, como si se tratara de un duende que gesticula aquí y allá, amaremos a José Celestino.
Helgoland
Una ballena es un país
A veces, cuando necesito tregua de las noticias desgarradoras y del pesimismo generalizado, pienso que todavía hay leones que atraviesan la sabana africana, tardígrados dormitando tranquilos en el musgo que cubre al mundo entero y ballenas inventando cantos que no llegarán jamás a nuestros oídos.