Coyán, una crónica del roble nativo

El libro Coyán, una crónica del roble nativo comienza así: “Internarse en el bosque. Elegir una especie para pensar en ella, reunir lo que se sabe; un árbol, un liquen o arbusto, un hongo del subsuelo, un alga de los ríos, una hierba de las piedras o de los cerros que se expanden más allá de la mirada”. Esto puede leerse como unas instrucciones para un investigador, una guía para un explorador o simplemente una orientación para un observador cualquiera que disfrute pasar las tardes internándose en un bosque en busca de algo.

En el fin del mundo

Pero lo único que quedaba por hacer era humedecer las dependencias y la casa aledaña, pues el viento estaba soplando a latigazos y aquellas llamas parecían ávidas de prenderse a otra cosa. 

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